Cuando hablamos de los millennials, generación X o cualquier generación, no definimos unas personas de una época, definimos una forma de vida, que nos hace ser lo que somos ahora.

Soy de esa generación, en la que al tener un hermano mayor, no estrenaba nada, todo se heredaba, eso te hacía valorar más cualquier cosa, o entrar ahora a las rebajas y arrasar con todo, aunque no sepas si te lo vas a poner, pero ahora quieres estrenar, quiero tener en mi armario cosas que pueda decir que son mías.

Cuando Helen me propuso colaborar en su blog, contar un poco mi experiencia, mire hacia atrás, rebusque en mi pasado para encontrar la fórmula de la felicidad y me di cuenta que es algo que se adquiere a lo largo de la vida, de la experiencia, si sabes ver los palos como apoyos en tu camino para poder seguir andando y nunca como barreras que te impidan seguir, si vas con esa actitud ante la vida, te das cuenta que cada tropiezo tiene dos lecturas, o te hace avanzar dos pasos o te hace aprender más rápido. Y en eso de los tropiezos, creo que tengo mucha experiencia.

No voy a entrar mucho en mi infancia, ya que todo fue siempre positivo, pero si recuerdo que en plena pubertad mis problemas no eran las chicas, era conocer la habitación del hospital viendo a un familiar allí postrado, pero siempre aprovechando el momento para leer, para sacar provecho de ese tiempo, no perderlo en lamentarse si no aprovecharlo para aprender más y más.

Ya a mis 19 años, la vida me enseño que no soy irrompible, y me demostró que las motos son peligrosas, diversas roturas en el cuerpo, pero dando gracias de que la vida seguía. Solo tendría que recibir otra gran lección de la vida. Me toco hacer rehabilitación y cuando entre en aquella sala llena de gente que parecía una sala de urgencias de hospital en plena guerra, todos quejándose como si se fuera a acabar el mundo mañana, cuando llevaba media hora allí con aquel coro de lamentos por dolores mínimos, se abrió la puerta y entró un hombre en silla de ruedas, lo primero que hizo nada más entrar fue contar un chiste en alto y fue como un macarra que entra en un bar y cambia la música de la gramola para cambiar la música de lamentos por los dolores mínimos de un dedo que tenían la mayoría por una risa de todos con aquel chiste. Y en este momento cuando ves a todos quejarse por un mínimo dolor y ves que quien nos anima a todos le faltan dos piernas, te das cuenta que la vida es un camino que debes aprender a andar, luego a caminar y a correr de la mejor forma posible. Puedes pasarte media vida lamentándote por lo que te pasa o dar gracias por poder seguir caminando.

A los 21 seguía siendo un idealista de la vida, y probé suerte en eso que llaman amor, me fui comprometiendo poco a poco con lo que pensaba que sería duradero, que sería bonito, pero la vida igual que te golpea te da señales inequívocas de que vas en dirección contraria por ese camino. Y yo así iba, a pecho descubierto, sin miedos porque pensaba que el amor todo lo podía hasta que tuve que ver con mis propios ojos como me golpeaba contra todas las señales de dirección prohibida que la vida me ponía delante de mis ojos. Pero aún después de ese día, seguí sonriendo a la vida, no por ser más chulo, si no por demostrarle a la vida que seguía de pie tras ese tropiezo y que rectificar es de sabios y que más vale tarde que nunca y yo agradecido por ver las cosas a tiempo, aunque duelan.

Y así llego a mis casi treinta y todos, después de haber recibido palos por todos lados y me encuentro con que un día me llama mi médico y me dice, pásate por mi consulta que tengo tus resultados, te espero esta tarde. Sin apenas tiempo para pensar, me dice que me ingresa urgente que ha visto algo en los resultados que no le gusta y que lo quiere quitar. Si tras estas palabras y tras vivir la vida siempre con alegría, no intentas tapar tus miedos detrás de una sonrisa… no sería fiel a mi mismo, a mi filosofía de vida, así q aquí estoy, sonriendo a la vida, con media cabeza abierta para ver mis ideas más retorcidas, pasando los días limpiando la zona cero y dando gracias que sigo viviendo y dando guerra por todos lados, como siempre y dando gracias a todos los que desde siempre han estado a mi lado!

Anuncio publicitario