En asuntos de amor, yo no siento,
solo pienso.
En cuestiones de amor propio,
yo me entiendo, luego me quiero.
En asuntos propios, yo me considero,
por lo que me estimo y aprecio.
En momentos de desazón, yo reflexiono,
no medito pero cuanticamente, valoro.
En asuntos pendientes, no los archivo,
los considero,
los ordeno
y los catalogo,
a buen recaudo…
Yo, Robot…
